viernes, 28 de enero de 2022

Creación

Encontré esto hace unas semanas mientras buscaba otra cosa en mitad del desorden, y tras un par de escuchas, pensé que no estaba tan mal como para seguir en ese limbo donde probablemente ya se había acostumbrado a habitar.

Lo grabamos hace un par de inviernos. Parece otra vida casi cuando citamos cualquier tiempo previo a estos nuevos que nos han tocado vivir. Y lo hice desde el estímulo y el reto a la vez que suponía trabajar a la inversa de lo que acostumbro en mi habitual proceso, es decir, partiendo de la letra antes que de la música, y sobre todo, de la letra ajena.


El poema de José Antonio, ganador por otra parte de la convocatoria que para tal fin se hizo en el Campus María Zambrano, me lo puso más fácil llevándome de la mano desde la primera lectura.

Después otras manos amigas hicieron el resto, y aunque la idea de acompañarlo con imágenes estaba ahí casi desde el principio, no ha sido hasta este momento y casi por casualidad que me he decidido a enmarcarlo de esta forma sin la eterna dependencia de terceros.

 

Uno que se mueve más cómodo por lo general entre la escala de grises, esperaba un día que al menos prometiera nubes de evolución para darle salida y encontrar finalmente acomodo entre el refugio de alguna precipitación a última hora de la tarde, aunque la lluvia de momento parece que tendrá que esperar.

Pero por fin es viernes, y la cuesta de enero llega a su fin, y... Mejor no hacer esperar a la música con su letra y todo lo demás no sea que nos deje plantados. Así que pasemos de buscar justificaciones y sobre todo no nos enrollemos, que se hace tarde.